La atención a la diversidad del alumnado se fundamenta principalmente en la planificación y la aplicación de estrategias metodológicas y organizativas y en la provisión de las ayudas técnicas necesarias para facilitar la accesibilidad a los aprendizajes al máximo número posible de alumnado.
La atención a la diversidad se debe realizar con medidas de refuerzo educativo de carácter organizativo y metodológico y con medidas curriculares que van a adecuar la secuenciación y organización de contenidos y los criterios de evaluación a las peculiaridades del grupo, procurando que los contenidos físico-químicos nuevos que se enseñen conecten con los conocimientos del alumnado, matizando el tipo y grado de aprendizaje.
La enseñanza en la ESO y bachillerato ha de atender a la diversidad de alumnos en el aula, de forma que la enseñanza sea lo más individualizada posible, atendiendo a las actitudes e intereses de los alumnos y las alumnas. Esto resulta muy difícil por los distintos condicionantes: número de alumnos, número de horas por asignatura, espacio y disposición de las aulas, implicación de los alumnos y las alumnas en la realización de tareas. No obstante, se puede prestar una atención algo más individualizada a aquel alumnado que se detecte que lo puedan necesitar. Las adaptaciones de este alumnado se podrán consultar en la Programación Didáctica del alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo.
Hay que indicar que las medidas curriculares que se tendrían que tomar para atender al alumnado con características educativas específicas serían dentro de las adaptaciones curriculares individuales no significativas que serán realizadas por el profesor habitual. Este tipo de adaptación se concretará en una adecuada selección de materiales y recursos en el aula y fuera de ella, con distinto grado de dificultad. Además, se va a llevar a cabo un seguimiento especial a los alumnos y las alumnas que han repetido curso.
La atención adecuada al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo debe, en función de su nivel de deficiencias, ser recogida en la Programación Didáctica de Aula. Estará coordinado con los equipos educativos del alumnado en concreto a través del tutor, o bien en reuniones colectivas, y, especialmente, con la colaboración del Departamento de Orientación del instituto.
Para aplicar todas estas medidas curriculares se deben plantear diferentes estrategias: reducir contenidos, garantizar determinados contenidos mínimos, realizar actividades especialmente seleccionadas etc.
Para atender a la diversidad se programarán actividades iniciales que nos permitirán identificar los conocimientos previos que posee cada alumno y el grupo en general, para poder introducir alguna modificación curricular no significativa y si es necesario, para atender a las diferencias individuales. Las actividades de enseñanza-aprendizaje de las unidades deberán tener diferentes grados de complejidad, incluyendo actividades de refuerzo para alumnos con dificultades y de ampliación para alumnos destacados. Las actividades de recuperación deberán intentar el regreso del alumnado al funcionamiento conjunto del grupo.